Descubre el increíble Retablo del Pilar de Zaragoza en la Basílica de Santa María
El retablo del altar mayor de la basílica del Pilar de Zaragoza fue esculpido por Damián Forment durante un período de nueve años, comenzando en 1509 y finalizando en 1518. Su temática principal es la Asunción de la Virgen y su estilo arquitectónico es principalmente gótico, aunque las figuras representadas en él reflejan claramente influencias renacentistas.
El esplendor de sus simbolismos y ornamentación
La contemplación del Retablo Mayor del Pilar sorprende por su variedad de imágenes y detallada mazonería. Este conjunto, cuya temática profana iguala la excelencia de las figuras religiosas, es un ejemplo del extraordinario talento del escultor. Esta obra maestra fue su primer gran proyecto, el cual le otorgó renombre al obtener uno de los retablos más destacados del siglo XVI en la escultura renacentista española.
Damián Forment no solo cumplió con lo acordado en el contrato, sino que finalizó el trabajo casi un año antes del plazo estipulado. Este ritmo acelerado fue motivado por la visita del joven monarca Carlos I a Zaragoza el 5 de mayo de ese año. Durante su visita al Pilar, el cabildo aprovechó la oportunidad para adornar el recién colocado retablo y celebrar una grandiosa fiesta con trompetas, pólvora y fuegos artificiales.
A partir de este acontecimiento, el escultor consideró establecerse en Zaragoza y en enero de 1519 compró una casa en la calle de San Blas para residir en ella.
Historia
La edificación del retablo fue una de las últimas acciones llevadas a cabo en la antigua iglesia del Pilar, conocida como Santa María, después de haber sufrido graves daños en un incendio en el año 1434 o 1435 que arrasó con la primitiva Capilla de la Virgen. Durante todo el siglo XV, se desarrolló una extensa reconstrucción del templo gótico-mudéjar que finalizaría en 1515, cuando se dieron por terminadas las obras una vez que el retablo del altar mayor quedó prácticamente finalizado.
Para la realización del retablo del altar mayor, el cabildo metropolitano de Zaragoza contrató a Damián Forment el primero de mayo de 1509, con la condición de que fuera tan bueno o incluso mejor que el de La Seo. En 1511, al estar casi finalizado el banco o predela, se encargó también el resto del retablo, que constaba de tres escenas monumentales: la Asunción en el centro, el Natalicio de la Virgen a la derecha y la Presentación de Jesús en el Templo a la izquierda. Finalmente, en 1515, Forment delegaría...
Reflejos de familia y señales de mi pasado
Uno de los principales eruditos de esta época es Carmen Morte, quien se ha centrado en el estudio del artista Forment, cuyo lugar de nacimiento se cree que fue Alcorisa (Teruel). Según Morte, "para comprender algunas de las imágenes menos visibles del retablo, es necesario comenzar con la de Forment y su esposa, Jerónima Alboreda, que se encuentran en dos medallones a cada lado del panel principal del sotabanco. Si bien existe una intención religiosa y de piedad, el escultor también transmite un mensaje más sutil".
En el retrato de la esposa de Forment, se pueden apreciar los valores de una esposa perfecta, mientras que las virtudes que la adornan se simbolizan con ramas y hojas de rosal, representando los rosarios de cuentas que cuelgan. Según la experta, "el autorretrato de Forment es un ejemplo del culto a la fama y a la personalidad del artista, representado en la plenitud de sus treinta años con un tocado a la moda de la época, compuesto por una gorra y cofia de red que envuelve su cabello". Así es como el afamado retablo se presenta ahora,...
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Una nueva cultura estética
El estilo gótico evoluciona y comienza a dejar atrás sus características más emblemáticas, como las imágenes sobrenaturales. En cambio, Forment se inspira en una cultura estética diferente y añade innovaciones al sotabanco de sus obras, influenciado por la recuperación del arte clásico en Italia.
Este enfoque, conocido como "al romano" en aquel momento, supone un cambio radical en el arte español, adoptando elementos renacentistas en su vocabulario tanto en la ornamentación como en la estructura de los retablos. Esta nueva estética del sotabanco marca una ruptura con la tradición de los retablos aragoneses.
Dentro de esta iconografía inspirada en la antigüedad clásica, destacan elementos como las guirnaldas y las cabezas de carnero colgantes, presentes en la parte inferior de las grandes portadas laterales. Allí se encuentran también las imponentes estatuas de Santiago peregrino y san Braulio, que reflejan claramente la influencia de la cultura italiana en la obra de Forment.
