Presa Romana de Consuegra
¡Hola, aventureros! Hoy quiero hablarles de un lugar que realmente merece una visita: la Presa Romana de Consuegra, situada en el pintoresco 45700 Consuegra, Toledo. Esta joya histórica, construida hace siglos, no solo cuenta con una impresionante arquitectura, sino que también sirve como un gran spot para los que aman el senderismo. Si te animas, hay un sendero de 11 kilómetros que puedes recorrer en unas 2 horas y 49 minutos, donde subirás un total de 312 metros. ¡Es una buena forma de hacer ejercicio y disfrutar del aire libre!

Y si te gustan las excursiones que combinan naturaleza y cultura, no te puedes perder la Cueva de Castrola, ubicada cerca y accesible mediante una ruta de 5,05 km con un desnivel moderado de 166 m. La ruta comienza en la Ermita de la Virgen de Valdehierro, una construcción barroca del siglo XVIII. Así que ya saben, ¿quién se apunta a pasar un día de exploración entre historia y paisajes impresionantes? ¡Es un plan que no querrás dejar pasar!
Horarios Presa Romana de Consuegra
Día | Hora |
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lunes | Abierto 24 horas |
martes | Abierto 24 horas |
miércoles | Abierto 24 horas |
jueves | Abierto 24 horas |
viernes | Abierto 24 horas |
sábado | Abierto 24 horas |
domingo | Abierto 24 horas |
El horario podría cambiar.

Mapa Ubicación Presa Romana de Consuegra
Dónde se encuentra la Presa Romana de Consuegra
¡Hola, amigos! Hoy quiero hablarles de un lugar que, aunque es un verdadero tesoro histórico, está un poco olvidado: la Presa Romana de Consuegra. Este sitio, que data de la época de Hispania romana y se cree que es de finales del siglo I d.C., se encuentra a unos 5 km del municipio de Consuegra, en la provincia de Toledo. ¡Es una obra impresionante! Con más de 600 metros de longitud y muros en bastante buen estado, este monumento es un ejemplo estupendo de la ingeniería de aquel entonces. Pero, sinceramente, hay algunas cosas que me dejó un poco decepcionado.
Primero de todo, llegar a la presa es un pequeño reto. Para hacerlo, tienes que atravesar viñedos y andar a pie por caminos que, seamos sinceros, no son precisamente fáciles de encontrar. Google Maps te lleva por un camino que es más apto para vehículos agrícolas que para coches normales. Y, para colmo, uno de los agricultores incluso ha cerrado el acceso en el último tramo, lo que hace la experiencia un poco más complicada. Una auténtica lástima que un monumento tan importante no esté mejor indicado o protegido. Además, al llegar, no hay carteles que te expliquen lo que estás viendo. Es como si estuvieras ante un misterio sin resolver.

Lo más triste es ver cómo el tiempo y la falta de cuidado están afectando este patrimonio cultural. La vegetación crece descontrolada alrededor de la presa, y hay incluso casetas construidas encima de ella. ¡Qué frustración! Debería haber más esfuerzos por parte del ayuntamiento y las instancias superiores para cuidar y poner en valor este lugar. Es bastante decepcionante ir a un sitio así y marcharte sintiendo que no has aprendido nada, simplemente porque no hay información disponible.
A pesar de todo lo que he compartido, el paisaje que rodea la presa es realmente precioso. Desde allí, puedes ver los Montes de Toledo y disfrutar de vistas de los cultivos de vid y cereal que son tan típicos de la Mancha. Si decides darte una vuelta por allí, asegúrate de llevar un buen calzado porque el terreno puede ser un poco irregular. Y aunque no se requiere reserva y no hay tiempo de espera, ten en cuenta que puede ser una visita un poco complicada. Pero, sinceramente, vale la pena por la belleza del entorno y por apreciar un pedacito de historia. Así que, si alguna vez te preguntas dónde se encuentra la Presa Romana de Consuegra, ya sabes: a unos 5 km de Consuegra, rodeada de viñedos y con mucho potencial… ¡aunque un poco descuidada!
Cuál es la arquitectura destacada de la Presa Romana de Consuegra
Y bueno, hablando de la Presa Romana de Consuegra, tengo que decir que es un lugar que, si no sabes dónde está, podría pasarte completamente desapercibido. Yo llegué pensando que iba a verme un monumento impresionante, pero lo primero que me encontré fue... ¡una casa! Y sí, la presa está justo al lado, así que te tocará tener un poco de paciencia antes de verificar que realmente has llegado al sitio.
Lo que realmente sorprende es que esta presa, que data del siglo I, es considerada la mayor de Hispania, alcanzando unos 630 metros de largo. A pesar de su estado actual, que muchos definen como “mal conservado”, hay algo especial en pasear por allí y pensar en la historia que tiene detrás. Me chutaron esas comparaciones con otros monumentos que están más cuidados, y sí, es verdad que en otros países la historia se mimaría un poco más... ¡Pero no desesperes! Si eres un apasionado de la geología y la historia, definitivamente vale la pena un par de fotos y un momento de reflexión, aunque solo sea por lo que fue en su época.

Ah, y si decides ir, te recomiendo que sigas el consejo de Sole, la guía del museo. Ella me indicó que la presa está detrás de esa casa y entre unos árboles, y que hay que rodear por un camino a la derecha. No te preocupes, aunque el último tramo es de tierra, está bastante bien cuidado. ¡Ojo! Esto está en dirección a Urda, así que más vale que te prepares con un buen sentido de la orientación y, quizás, un buen plano.
Ya que estamos hablando de esto, la arquitectura destacada de la Presa Romana de Consuegra radica en su diseño de muros de piedra. Sin embargo, como he mencionado, la vegetación está jugando un rol importante aíslando a la estructura principal, haciendo que no se aprecie en su totalidad. La falta de mantenimiento y la escasa señalización hacen que sea un verdadero desafío encontrarla. Deberían poner más énfasis en este increíble resto arqueológico porque, seamos sinceros, simplemente se merece más cariño. En fin, si te gusta la historia y la aventura, ¡este es un lugar que tienes que añadir a tu lista!
Cuánto tiempo se necesita para recorrer el sendero de 11 kilómetros en la Presa Romana
Y hablando de la Presa Romana de Consuegra, ¡vaya lugar curioso! Muchos la consideran una maravilla para los amantes de la ingeniería romana. Imagínate dar un paseo por ella en un día festivo, sin esperar nada, simplemente disfrutando de lo que queda de esta construcción impresionante. Tiene su encanto, aunque algunos dicen que no hay mucho resto visible y que está un poco mal señalizado. Así que si vas con los peques, puede ser un momento divertido, pero no esperes un museo al aire libre.

Ahora, en cuanto a su apariencia, es un muro de piedra que, desde lejos, parece un poco desmejorado, rodeado de viñas y sembrados. Cuando fui, había llovido y, sinceramente, el camino estaba lleno de baches y algo complicado de acceder. Había unas construcciones recientes al lado, que la verdad, no aportaban mucho. Hablé con un señor en su tractor y me contó que, de hecho, esta presa es la más larga y antigua de toda Europa. ¡Increíble, ¿verdad?! A pesar de su abandono, hay un plan para arreglarlo y, tal vez, poner un chiringuito en verano. Quién sabe.
Sin embargo, si a ti te gusta lo espectacular o buscas una aventura en altura, más te vale cambiar de planes. La presa no es más que un par de metros de altura y un metro de ancho. Desde cerca, tiene su magia, pero no esperes un espectáculo monumental. En su ubicación actual, se hace un poco difícil de encontrar si no llevas buenas indicaciones, así que prepara el GPS y ármate de paciencia.
Y lo que es curioso, es que pese a que la presa lleva tiempo olvidada, hay gente que todavía se anima a visitarla. Si te decides a hacerlo un fin de semana, probablemente no tengas que reservar y podrás disfrutarla sin espera. Aunque, quizás, sea mejor si solo le dedicas 40 minutos de tu día. Después de todo, es una experiencia que puede ser interesante y que te conecta con un pedazo de nuestra historia menos conocida. Solo asegúrate de salir con buen calzado y algo de paciencia, por si acaso. ¡Ya me contarás!
Qué tipo de actividad se puede realizar en la Presa Romana de Consuegra

Vaya aventura la de la presa romana de Consuegra, ¿verdad? Imagínate llegar allí y encontrarte con un muro de piedra rodeado de viñedos sin tener claro si realmente es lo que esperabas. Y es que, la verdad, a algunos les ha parecido un poco decepcionante. Por lo que he oído, hay peña que se ha sentido confundida, como que no tiene ese encanto de las estructuras romanas clásicas. Hay quienes incluso dicen que tiene más pinta de una construcción del siglo XVIII. Y sí, en YouTube hay un tal Isaac Moreno Gallo que suelta un montón de información sobre las presas romanas en España, pero, bueno, la de Consuegra no es precisamente un gran hallazgo que quedará en la historia.
Y ni hablar de cómo fue encontrarla. Imagínate a un grupo intentando llegar y el GPS mandándoles por un camino estrecho… Eso sí que es un plan de fin de semana que no te esperabas. Después de mil vueltas y preguntar a un par de lugareños, te dicen que hay que dejar los coches casi en casa de alguien y caminar un rato. Y justo cuando al final pensabas que nunca llegarías, descubres que el muro por el que has estado paseando es, de hecho, lo que queda de la presa. A veces hay que reírse de la situación, porque si no, la frustración puede ser real. A mí también me hizo gracia ver a los peques subirse al tractor y a la mula que pasaron por ahí. Eso sí que les hizo el día.
Si alguno de ustedes está pensando en ir, tal vez deba aclararse que encontrar algo emocionante allí puede ser un reto. Así que, la actividad principal en la presa romana de Consuegra sería, quizás, sacar unas cuantas fotos para el recuerdo y disfrutar del campo con la familia. Un paseo para que los peques se diviertan un rato y, si tienen suerte, quizás encontrar un tractor o una mula para completar la experiencia. Pero si buscas una visita turísticamente enriquecedora, tal vez deberías cambiar de planes y apuntarte a visitar el castillo o los molinos que son mucho más emblemáticos. En fin, a veces el mejor plan es simplemente disfrutar del momento, aunque la presa no sea lo que esperabas.

Cuál es el desnivel total que se debe subir en el sendero de la Presa Romana
Así que, después de haber recorrido ese horrendo camino agrícola que Google Maps decidió que era la mejor ruta, llegamos a la famosa Presa Romana de Consuegra. Te cuento que esos últimos 1600 metros son un verdadero desafío; imagínate estar al volante y ver que no hay manera de transitarlo sin sentir que tu coche se va a quedar atrapado. Al final, después de todo ese esfuerzo, llegas y, sinceramente, tus expectativas se van al traste.
La presa en sí son solo unos 50 metros de acequia de piedra. No esperes un aqueducto grandioso ni nada por el estilo; más bien parece un muro semiderruido entre viñas. Eso sí, si tienes suerte, podrás topártelo con un rebaño de ovejas, lo que es un poco más emocionante que la propia presa. La verdad, muchos se han quedado con la sensación de que el lugar es un poco dejado y descuidado, y es una pena porque podría ser un atractivo turístico si lo cuidaran un poco mejor.
Y hablando de decepciones, hay quienes dicen que ni se les ocurra visitarlo. El acceso es complicado, con un camino que no te lleva a ninguna parte y te hace preguntarte si realmente vale la pena. Algunos incluso mencionan que parece que están entrando a una finca privada donde el agricultor debería salir con una escopeta para ahuyentar a los turistas. ¡Demasiado dramático, pero no te lo voy a negar, yo también me sentí así!
Y, si te preguntas sobre el desnivel total que se debe subir en el sendero de la Presa Romana, pues, aquí viene la parte incómoda: la verdad no hay información clara y ni siquiera hay un indicativo del desnivel. La mayoría de la gente no se atreve a dar un número porque el acceso es tan desastroso que lo que menos te preocupa es cuántos metros subes. Así que, en resumen, si decides aventurarte, prepárate para una pequeña caminata complicada, pero ¡no esperes mucho de la recompensa al final!

Qué otras atracciones cercanas se pueden visitar además de la Presa Romana
Y si de verdad te interesa la Presa Romana de Consuegra, tienes que saber que no es fácil llegar. El acceso es por la CM-4116 sobre el kilómetro 13, ¡pero cuidado! No hay señalización, así que estarás un poco a ciegas. Cuando finalmente llegas, te encuentras con que ni te das cuenta de que ya estás ahí. Es un montón de piedras que, si no miras bien, podrías pasar de largo. Tendrás que hacer un poco de investigación en Google para saber que has llegado a un sitio que, en su día, fue impresionante.
Hablando de sus restos, lo que queda es un muro de contención que da una idea de la magnitud de la obra. Aunque no es que haya muchísimo que ver, sí que te hace pensar en lo que fue la ciudad romana de Consabura y la importancia de su ingeniería hidráulica. Sus aguas eran claves para abastecer a la ciudad, y aunque hoy en día no parece gran cosa, hay que tener mucha imaginación para visualizar lo que representaba. Desgraciadamente, como suele pasar por aquí, parece que está completamente olvidada, lo que es una pena. Las autoridades no han hecho mucho por conservar este legado.
Y ya que estás, si por algún casual decides hacer el trekking hasta la presa, podrías ver otras maravillas de la zona. Aunque no hay mucho cerca, siempre puedes darte una vuelta por el encantador pueblo de Consuegra. Allí puedes disfrutar de su famosa muestra de molinos de viento, que son una verdadera delicia fotográfica, o perderte en sus calles llenas de historia y encanto. Además, no te olvides de la imponente fortaleza que preside el pueblo; es un buen complemento a la visita a la presa. En fin, ¡no es un mal plan para hacer un día de exploración!

Dónde comienza la ruta hacia la Cueva de Castrola
La verdad es que llegué a la Presa Romana de Consuegra con un poco de curiosidad, pero también con las expectativas un poco bajas. Para empezar, el acceso es complicado. Hay un cartel en la carretera a Urda que señala la dirección, pero una vez que te acercas, te das cuenta de que hay que atravesar una tierra de labranza sin ningún paseo peatonal. Vamos, que si no te quieres encontrar con un paisano echándote una mirada, es mejor que elijas otra ruta.
Una vez que llegas, te encuentras con lo que supuestamente son los restos de una gran presa romana, pero yo solo vi un muro muy derruido en medio de unas viñas. De verdad que es un poco triste porque es difícil imaginar la grandeza que tuvo. Es como si estuviera ahí de adorno, apenas se puede apreciar lo que realmente es. Decepcionante es poco, parece más bien una división entre parcelas abandonadas y no hay señalización que te diga lo que estás mirando. Sinceramente, creo que no vale mucho la pena hacer el viaje solo por esto.
Sin embargo, hay que hacer una pausa y recordar que, por muy abandonada que parezca, la sociedad romana hizo aquí obras que han perdurado durante casi dos mil años. Aunque no hay mucho que ver, esos vestigios de historia son dignos de un par de minutos de reflexión. Pero eso no quita que sienta una pena enorme por el estado en que está. Sin aparcamiento y rodeada de campos de cultivo, parece que este lugar se ha olvidado un poco, y es una pena que algo con tanta historia esté así, a la deriva.
Ahora, si te preguntabas dónde comienza la ruta hacia la Cueva de Castrola, eso sí que tiene sus indicaciones. Una vez que dejas la presa atrás y regresas a la carretera, debes tomar el camino que se dirige a la sierra. Al final de la ruta, encontrarás el acceso bien señalado, así que no te preocupes, que al menos para esa excursión parece que han hecho un esfuerzo extra. ¡Espero que tengas mejor suerte en tu aventura!
