Hotel Real de Toledo

¡Hey, amante de los viajes! Si estás planeando una escapada a Toledo, tienes que conocer el Hotel Real de Toledo, un encantador hotel de 3 estrellas en C. Real del Arrabal, 2-4. Con más de 50 apartamentos totalmente equipados, aquí no solo descansarás bien, sino que también disfrutarás de comodidades como aire acondicionado, WIFI y hasta Netflix para esas noches relajadas después de un día explorando la ciudad. Muchos de los apartamentos cuentan con terraza o balcón, perfectos para esas mañanas soleadas con un café en mano mirando la vida pasar.

¡Pero eso no es todo! Ubicado en el corazón del casco antiguo de Toledo, estarás a un paso de la encantadora Iglesia del Salvador y otros hitos históricos; ¿qué más se puede pedir? Con opciones como un dúplex abuhardillado junto a la catedral que acoge hasta 4 personas, esta es una oportunidad ideal para explorar con amigos o familia. Y si te preocupa la logística, la estación de tren está a solo unos minutos en coche. Así que, si te animas, ¡consulta la disponibilidad y reserva tu apartamento ya! ✨

Cómo funcionan los apartamentos turísticos

¡Hola, viajeros! Hoy quiero contarles sobre mi experiencia en el Hotel Real de Toledo, un lugar donde pasamos dos noches durante nuestro viaje a esta hermosa ciudad. Este hotel de 3 estrellas está ubicado en C. Real del Arrabal, 2-4, a solo unos pasos de los puntos más turísticos, así que la ubicación es uno de sus puntos fuertes. Aunque la habitación que nos tocó no era nada del otro mundo, estaba bastante limpia, que siempre es un plus, ¿verdad? Ahora, si hay un detalle que necesita atención, ese es el colchón de la cama, que definitivamente pide un cambio. ¡Todo un desafío para nuestras espaldas!

El desayuno no estaba incluido, pero, amigos, pueden disfrutar de un buen desayuno en un bar que está al lado del hotel. Yo diría que es muy bueno y económico, ¡por solo 12,5 euros puedes hacerte un combito que te deja listo para recorrer Toledo! Sin embargo, hay que tener en cuenta que la experiencia no fue del todo perfecta. Por ejemplo, algunas habitaciones son un poco pequeñas y caras para lo que ofrecen. Mientras una amiga mencionó el calor infernal que hacía y que el aire acondicionado no daba pie con bola, yo tuve un rollo de dificultades con la ducha: ¡tenía una mampara medio rota y te duchabas con un hilito de agua!

Pero bueno, no todo es negativo. En nuestro caso, el personal del hotel fue bastante amable. Cuando llegamos con un montón de equipaje, nos ofrecieron cambiar a una habitación más grande sin costo extra. ¡Eso siempre se agradece! La verdad es que las habitaciones eran normales, pero si lo que buscas es limpieza y un lugar cómodo para pasar la noche, puedes considerarlo. Además, la ubicación es perfecta; estás a unos minutos de la famosa Plaza del Zocodover, así que después de un día de turismo, puedes volver caminando.

Ahora, para quienes se pregunten acerca de cómo funcionan los apartamentos turísticos, es un tema interesante. En general, estos apartamentos suelen ofrecer más espacio y suelen estar equipados con cocinas, lo que puede ser ideal para familias o grupos que quieren preparar sus propias comidas. Por lo general, tienen un régimen de check-in y check-out más flexible y, en algunos casos, te permiten disfrutar de un ambiente más hogareño. ¡Es una buena opción si buscas algo más privado o te quedas varias noches en la ciudad! Espero que esta información les sea útil y ¡nos vemos en el camino!

Cómo se clasifican los apartamentos turísticos

La experiencia en el Hotel Real de Toledo tuvo sus altibajos. Vamos a comenzar por lo que menos nos gustó, que fue el restaurante. La atención fue absolutamente pésima. Recuerdo que fuimos el viernes 16 y el camarero que nos tocó parecía que estaba allí de mala gana. Nos atendió con un tono casi despectivo y sirvió a otras mesas antes que a nosotros, aunque llegamos antes. Más de media hora esperando y ni siquiera nos habían tomado la nota de las bebidas. ¡Un desastre! Vimos que no éramos solo nosotros, ya que otra mesa cercana también tuvo que soportar su mal trato. Así que, no lo dudamos, nos levantamos y nos marchamos. Con este tipo de servicio, desde luego, no hubiera una segunda visita, eso es seguro.

Por otro lado, la habitación sí que nos sorprendió para bien. Elegimos una cuádruple, perfecta para familias con dos niños. Era súper espaciosa, con una distribución que te permitía tener una especie de dos zonas, cada una con sus propias camas. Eso te da un poco de intimidad para, no sé, ver la tele o simplemente no molestar a los demás cuando entras al baño. Pero lo que más nos impresionó fue que ¡tenía dos baños completos! Aparentemente, antes eran dos habitaciones y luego las unieron, un acierto total para quienes viajamos en familia. Aun así, hay ciertos detalles económicos, como el armario sin puertas que, aunque permite ver todo a simple vista, es práctico al final del día.

Sin embargo, no todo fue un paseo. Los baños necesitaban una buena renovación; uno de los grifos goteaba y había que hacer malabares para que dejara de caer agua. También era un poco ruidoso; si alguien se duchaba a primera hora, el sonido de las mamparas despertaba a medio mundo. Además, el aislamiento no era el mejor, y a menudo se escuchaban ruidos de los pasillos que interrumpían el sueño. Y qué decir de los colchones, ¡durísimos! Difícilmente te dejaban descansar. La ubicación, bueno, hay que tener en cuenta la pendiente hacia Zocodóver. Para llegar con las maletas fue un verdadero reto, ya que no hay lugar para descargar y tuve que aparcar en la acera. Un poco complicado, la verdad.

Respecto al precio, creo que lo que pagamos fue un poco más alto de lo que realmente se justificaba, pero estaba la necesidad de una habitación cuádruple y las opciones eran limitadas. La relación calidad-precio en comida y bebida era adecuada, eso no se puede negar. Ahora bien, en relación a los apartamentos turísticos, se clasifican dependiendo de las comodidades y servicios que ofrecen, como la cantidad de dormitorios, si tienen cocina, o la atención proporcionada. Así que sí, en base a nuestra experiencia aquí, podría decirse que hay de todo, pero definitivamente este hotel tiene varias cosas que mejorar para merecer esas tres estrellas.

Qué es un apartamento en turismo

Ya te digo, el Hotel Real de Toledo es una opción bastante buena si andas buscando un lugar para quedarte en esta preciosa ciudad. Está cerquísima del centro, así que te puedes dar un paseo hasta las principales atracciones en un pis pas. Y si te preocupa la comida, no te apures, porque tienen desayunos que están a buen precio y si prefieres, los menús rondan los 14€. Además, ofrecen platos combinados y una carta que seguro te gustará. ¡La relación calidad-precio es genial para estar en el centro!

Por otro lado, el servicio que ofrecen es realmente excelente. Si vas en grupo o con la familia, el ambiente es tranquilo y resulta muy apropiado para los niños también. Y lo que es más, el hotel es limpio y bien mantenido, lo que siempre se agradece. Aunque hay que mencionar que algunas habitaciones pueden resultar un poco pequeñas y algo antiguas; por ejemplo, el colchón de algunas camas no es el más cómodo. Pero bueno, si no eres muy exigente, esto no debería desanimarte.

Por cierto, si contactas con el personal, verás que son súper amables. Una guía comentó que cuando una clienta suya necesitaba ayuda, el personal del hotel la atendió de maravilla, sin ninguna expectativa más que ayudar. Este tipo de cosas son las que realmente marcan la diferencia, ¿verdad? Si te gusta disfrutar de una estancia en un lugar con buenas vibras y sin estridencias, este hotel podría ser justo lo que buscas.

Y ya que hablamos de opciones de alojamiento, ¿qué es un apartamento en turismo? Bueno, suele ser un espacio independiente, equipados con cocina y todo lo necesario para sentirte como en casa, ideal para estancias más largas o si prefieres preparar tus propias comidas. Algunos hoteles, como el Real de Toledo, pueden ofrecer ciertas comodidades, pero un apartamento te da esa libertad y flexibilidad que a veces es más atractiva, sobre todo si viajas con un grupo grande o familia. Al final, todo depende de lo que necesites y cómo te guste disfrutar tus vacaciones.

Dónde se encuentra el Hotel Real de Toledo

Así que sí, el Hotel Real de Toledo es una opción que vale la pena considerar si decides visitar esta hermosa ciudad. La ubicación es bastante buena, solo a un paseo del centro histórico. Puedes salir a explorar y volver sin problema. Aunque las habitaciones son sencillas y un poco pequeñas, están siempre limpias, lo cual es un gran plus. Ideal si lo que buscas es un lugar donde descansar después de un día ajetreado de turismo, ¿no crees?

Nosotros fuimos en grupo y la experiencia fue bastante buena en general. La comida, tanto la de la cena como la del almuerzo, estuvo sabrosa y bien servida por un personal que se mostró siempre amable y atento. Aunque, si te soy sincero, el desayuno podría mejorar. Imagina a 60 personas en una fila interminable eligiendo qué comer. Se hizo un poco caótico y la verdad es que no es la mejor manera de empezar el día. Pero bueno, al final lo que cuenta es que el hotel ofrece un servicio decente.

Las habitaciones, aunque pueden parecer un poco antiguas, cumplen con lo necesario. A algunos de nosotros no nos gustaron los colchones, ya que nos parecieron incómodos. Como un amigo dijo, parecía que tenían más años que el propio hotel. Pero esas son solo pequeñas quejas en comparación con el servicio y la amabilidad del personal. De hecho, cuando tuvimos un percance con un compañero del grupo, el hotel se portó genial al llevarle la comida a su habitación. Y eso se agradece, sobre todo en grupo.

Y para cerrar la pregunta sobre dónde se encuentra el Hotel Real de Toledo, está en C. Real del Arrabal, 2-4, 45003 Toledo. Así que si buscas un lugar con buena accesibilidad y el beneficio de estar cerca de lo mejorcito de la ciudad, este hotel es perfecto. ¿Quién sabe? Tal vez te animes a visitarlo en tu próxima escapada con amigos.

Qué categoría tiene el Hotel Real de Toledo

La verdad es que el Hotel Real de Toledo no se queda atrás en cuanto a ubicación. Está en C. Real del Arrabal, 2-4, en el corazón de Toledo, lo que lo hace perfecto para explorar la ciudad sin complicaciones. La zona es bastante tranquila, lo cual es genial después de un día recorriendo museos y calles empedradas. Y si te preocupa el aparcamiento, no te preocupes, ¡hay uno público muy cerca y está conectado al hotel! Solo necesitas pagar un precio por las 24 horas y la entrada es facilísima.

Hablando de la experiencia en el hotel, las habitaciones son sencillas pero muy limpias y acogedoras. Lo único que podría ser un poco mejor es el tamaño de las camas; tal vez están acostumbrados a que la gente duerma un poco más estrecha. Pero, oye, ¡cada uno tiene sus preferencias! Y aunque la comida del restaurante dejó algo que desear (ingerimos un menú cerrado que no fue del todo famoso), el personal del hotel realmente hace que la experiencia sea más amena. La recepcionista, por ejemplo, es un encanto y siempre tiene una sonrisa.

Y ya que estamos hablando de detalles, quizás sería ideal cambiar las bañeras por platos de ducha. Piensa en la comodidad de las personas mayores, sobre todo tras un día de turismo. En general, el servicio fue bueno y había una buena sintonía en el ambiente, lo cual siempre suma. Una mejora que se podría considerar es la televisión en la habitación, que podría ser un poco más moderna.

Así que, en resumen, el Hotel Real de Toledo es un hotel de 3 estrellas que cumple con lo básico: limpieza, buena atención y una ubicación envidiable. Si quieres un lugar tranquilo para alojarte durante un viaje en grupo o con la familia, definitivamente es una opción a considerar.

Cuántos apartamentos ofrece el Hotel Real de Toledo

La experiencia en el Hotel Real de Toledo fue un poco agridulce, te cuento. La ubicación es inmejorable, en pleno corazón del Toledo histórico, perfecto para explorar la ciudad a pie. Pero, la verdad, el tema del parking dejó mucho que desear. Aunque me dijeron que entraría con mi coche pequeño, la realidad fue un poco diferente. Salir del parking fue toda una odisea. Tuve que recurrir a un vecino que ya estaba cansado de ver caras desesperadas como la mía. Y si ya me daba un susto pensar en el rallón que le hice a mi coche recién comprado, imagínate. Para mí, sería más sensato que el parking se reservase solo para motos.

Por otro lado, debo decir que el colchón y las almohadas eran tan duras que pensé que estaba durmiendo sobre una piedra. Nunca imaginé que iba a necesitar un curso avanzado de yoga solo para encontrar la posición adecuada para dormir. Aunque, para ser justos, el baño me sorprendió para bien, con una ducha de buen caudal. Eso siempre se agradece en un hotel, ¿verdad? Lo que sí veo claro es que con unos colchones decentes, me volvería a plantear regresar, porque la amabilidad de los empleados es algo que se siente y se agradece; son siempre amables y dispuestos a ayudar.

La comida fue otro tema. El primer plato de la menestra de verduras… bueno, mejor dejémoslo como “incomible”. Era un poco un desastre, pero al menos el desayuno estuvo a la altura, así que no todo fue malo. Por cierto, el precio era razonable, especialmente en comparación con otras opciones. Sabes cómo es Semana Santa, todo se encarece un poco, pero el hotel tenía algunas ofertas interesantes que lo hacían más accesible.

En cuanto a la pregunta sobre los apartamentos que ofrece el Hotel Real de Toledo, debo decir que no tengo el número exacto en la información que me pasaste, pero con 3/5 estrellas y una ubicación central, no dudo que sean un buen lugar para quedarse si mejoras algunos detalles. Lo que importa es que, si decides ir, ve preparado para disfrutar de la ciudad y no te olvides de revisar opciones de parking alternativo. ¡Espero que tengas una mejor experiencia que la mía!

Qué comodidades están disponibles en los apartamentos del hotel

Y bueno, si te cuento sobre el Hotel Real de Toledo, ¡la verdad es que nos sorprendió para bien! Al principio, no teníamos muchas expectativas, pero cuando llegamos a la habitación, nos quedamos flipando. Cuatro camas y dos baños, y todo bastante amplio. No está nada mal, ¿verdad? La factura de la habitación decía que tenía una buena capacidad para grupos grandes, lo que nos vino de maravilla.

Sobre la ubicación, es bastante buena. El hotel está en C. Real del Arrabal, así que estás a cinco minutos del centro, rodeado de restaurantes y cosas para ver. Eso sí, hay que decir que el parking está un pelín lejos, así que si llevas coche, quizás te toque hacer un pequeño paseo. Lo bueno es que, a pesar de los autobuses que pasan por la zona, por la noche puedes descansar tranquilo, ya que se calman un poco.

Aunque no todo fue perfecto, tuvimos un pequeño contratiempo con la ducha; la manguera metálica estaba rota y, de la presión, ¡se acabó llevando un buen golpe mi mujer! Las toallas también estaban un poco viejas y había un par que se notaban más que otras. Con respecto al personal, se portaron genial; los de recepción eran un encanto. Eso sí, las chicas de la limpieza se charlaban la vida a carcajadas y, para los que tenemos niños, eso no ayuda mucho a la hora de dormir.

En cuanto a la comida, el restaurante está pasable; no esperes una maravilla, pero al menos te llena. Los desayunos están bien, y personalmente te recomiendo la tortilla, que estaba bien rica. Aunque había un camarero un poco malhumorado, la mayoría de los otros eran súper amables. Imagino que el tema del servicio es porque había mucha gente, así que no les juzgo demasiado.

Respecto a las comodidades en las habitaciones, podemos decir que el hotel tiene lo básico para una estancia cómoda. Aunque el aire acondicionado no funcionó como esperábamos y nos resultó algo calurosa la habitación, había calefacción, agua caliente cuando la necesitabas, y aunque algunos grifos estaban algo viejos, todo estuvo a funcionar decentemente. Con un par de detalles que pulir, podría ser unas muy buenas noches en Toledo. En resumen, es un lugar ideal para una escapada corta, perfecto para disfrutar del casco histórico y volver al hotel tras un día ajetreado.

Hay aire acondicionado en los apartamentos

Ya te había contado que el Hotel Real de Toledo es un lugar pequeño y sencillo pero con un encanto especial. Su ubicación en el centro histórico de Toledo es simplemente perfecta para perderte en sus calles llenas de historia. Imagínate caminando por esos pasillos angostos que parecen sacados de una película de caballeros y armaduras. Es un sitio ideal para pasar un par de días explorando este pueblo encantador. Además, si llegas antes de hacer check-in, puedes dejar tus maletas en recepción sin problema, lo cual es súper práctico.

Hemos estado unas noches y la experiencia ha sido genial. La relación calidad-precio está más que bien, y la amabilidad del personal, de verdad que no tiene comparación. Especialmente la chica de recepción, Sara; hizo que nuestra estancia fuera aún más agradable al ayudarnos con un pequeño problema con el televisor. ¡Eso sí que es un servicio al cliente de 10! La ubicación es perfecta, y desde algunas habitaciones puedes disfrutar de unas vistas muy monas del entorno. Así que si buscas tranquilidad y un buen precio, este lugar cumple con las expectativas.

Ahora, hay que ser sinceros, el acceso al parking puede ser toda una aventura. Está claro que si tienes un coche grande, vas a tener que poner a prueba tus dotes de conducción y tu capacidad para hacer malabares entre las curvas estrechas de las calles. Así que, si no eres un experto al volante... mejor que te olvides del coche o que lo aparques en una zona más accesible. Aún así, no dejes que eso te desanime, ¡aguanta un poco y disfruta de Toledo a pie!

Y sobre el aire acondicionado, la mayoría de las habitaciones tienen, pero algunos huéspedes han mencionado que no enfría lo suficiente durante el calor del verano. Así que es un punto a considerar: si eres de los que duermen con el aire a tope, quizás sea buena idea preguntar antes o llevar un ventilador portátil. Pero en general, con las vistas y el personal tan atento, seguro que te harás a la idea.

Se ofrece WIFI gratuito en el Hotel Real de Toledo

La verdad es que el Hotel Real de Toledo es un lugar que tiene tanto sus pros como sus contras. No hay duda de que su ubicación es excelente; está muy cerca de la Puerta Bisagra, lo que lo convierte en un punto ideal para explorar la ciudad. Sin embargo, cuando llegas y ves las habitaciones, te das cuenta de que se nota un poco que el hotel tiene que ponerse al día. El mobiliario está bastante viejo y las habitaciones, especialmente las que dan al patio interior, son un poco oscuras, como si estuvieran en un constante atardecer. Es un poco complicado disfrutar de un buen entorno cuando la luz natural apenas entra, ¿verdad?

Otro tema a considerar son las comodidades. La manutención es bastante escasa, y te vas a encontrar con unos cubiertos y vajilla que parecen de otro siglo. Y no hablemos de los colchones, que son de esos que te clavas los muelles en la espalda. ‍♂️ Además, aunque el hotel tiene ese encanto clásico, definitivamente se podría mejorar el servicio y la atención a las necesidades de quienes tienen movilidad reducida. Las habitaciones no están bien acondicionadas y eso puede ser un fastidio para algunos.

Ahora, no todo son malas noticias. La amabilidad del personal realmente destaca en medio de todo esto. Te hacen sentir bienvenido y, aunque el hotel necesita un buen repaso, la vibra de quienes trabajan allí es bastante agradable. Si estás buscando un lugar simplemente para descansar después de un día largo recorriendo Toledo, puede que este hotel cumpla con lo básico. Pero, si tus expectativas son altas, quizás quieras considerarlo como una opción más económica.

En cuanto a una de esas preguntas que siempre te haces antes de reservar… sí, ofrecen WIFI gratuito, aunque con todas las limitaciones que ya hemos mencionado. Lo ideal sería que mejoraran ese servicio, pero al menos tienes esa conexión para subir las fotos de tus aventuras en la ciudad. Al final, si te decides a hospedarte allí, asegúrate de ajustar tus expectativas. ¡A disfrutar de Toledo!

Fotografías Hotel Real de Toledo